Saturday, July 21, 2007

Diario de un exorcismo

Miércoles, 18 de julio, medio día
Hoy desayuné demonios. Como tales se comportaron mientras me quemaban el esófago y se asían de mis entrañas. Demonios eran cuando se asomaron con curiosidad por mis oídos y se durmieron en mi cabeza. Demonios cuando me formulaban dudas que hace años descubrí que no tienen respuesta. Demonios gozosos de su efecto, chupándome la sonrisa y abrazados del corazón.
Miércoles, 18 de julio, de noche
Los vomité. No me quedó de otra. Uno a uno los fui depositando en cada letra. Con cuidado de que se aferraran bien a todos los palitos, las tildes, las curvas. Que se apoderaran de las consonantes de manera especial, que son las más hostiles. Poco a poco mis manos me fueron liberando. Era como si los agarraran de muy dentro y los colocaran en la pantalla. Ellos, me miraban como extrañados de vernos desde fuera, de que hubieran sido desalojados tan pronto. Sus estancias se han vuelto cada vez más cortas, más superficiales. Y los ví ahí, hambrientos y estuve a nada de ofrecerles asilo. Me dio compasión el hambre de sus ojos. Por suerte mis manos apretaron el send que los mandaría lejos. Sólo se quedó el demonio intransigente de la espera.
Viernes, 20 de julio
Se fue solito. Se fue contento de recibir lo que esperaba. Se fue en las palabras ajenas, sin mucho aspaviento. Demonios en fuga, hasta nuestro próximo encuentro.

Monday, July 09, 2007

Nobody knows it...

Hoy en la mañana pusieron en el radio la canción esa de "nobody knows it, but you have a secret smile and you use it only for me" y como cascada de recuerdos me invadió la sensación de estar en secundaria, pensando que un alguien tenía una secret smile que efectivamente usaba sólo conmigo. Mucho tiempo después sigo con el sabor de boca que la sonrisa la provocaba mi estupidez y no mi belleza y la simple idea me hizo torcer una mueca que quiso parecerse a una sonrisa. Tantos años después me resulta difícil entender la falta de perspectiva que tiene uno en los diferentes momentos de la vida.
Probablemente oir "Soul meets body" de Death Cab for Cutie, la canción de los últimos días, me hará torcer una mueca en unos cuantos años. Pero por lo menos sabré, que ese alguien sí tiene una secret smile que usa sólo conmigo y que eso, hoy, me hace feliz.