Nuevas generaciones

Con toda la emoción del mundo debo informarles: he recuperado la fe en la humanidad. Tocaron hace como hora y media. Eran unos diez niños de los cuales sólo 2 venían disfrazados. Pero pues no me iba a poner de quisquillosa, se trataba de repartir dulces sin ton ni son. En fin, que estuve un buen rato tratando de abrir el bote de dulces que parecía, más bien, un kit de Mi Alegría para entrenar ladrones de cajas fuertes. Mientras, Mateo, de once años, me preguntaba: "¿Pero qué, está muy duro?" "No, es que tiene muchísimo durex alrededor" "¿Pero para qué le ponen durex?" "Pues para que no los abras en la tienda y te los comas" "Ay, la gente en México debería ser más honesta"

Sí, debería...

Long legs

Curiosamente, ésta es la canción de The Magic Numbers que me pone de buenas. Melodía de música alegre y letras tristes. Capricho encubierto con notas aceleradas que enmascaran la realidad. La razón no se detiene a pensar en las palabras, mientras el cuerpo reacciona con un movimiento automático. Esta tiene que ser la demostración: la cabeza no me gobierna.

Sin mucho sentido

Varias cosas:

a) Estoy devastada porque Muppet, mi gatica adoptiva, encontró una casa y me abandonó. La extraño como loca y Tina, su antigua roommate me reclama cada vez que me ve. O yo siento que me reclama. Terrible: aúlla, viene por cariño, se contorsiona, me besa, me grita, de todo... Y me acuerdo de la otra que hacía lo propio y lloro... fatal. Es bien extraño y es la evidencia de que estoy absoluta y francamente loca, pero como que siento que la defraudé, que ella esperaba más de mí y que la abandoné... Ya sé, ni al caso.

b) Hay una exposición de Rothko en México. Sí, lo oyeron bien, 27 piezas del mejor pintor del mundo (y no, no lo voy a debatir y si no me creen vayan a verlo) se expondrán hasta el 8 de enero en el Museo de Arte Moderno de ésta nuestra capital. No se lo pueden perder, en serio que no... de verdad...

c) Odio a mis compañeros de trabajo. Sí, fíjense bien en la O. COmpañerOs. Son ególatras, se marean con subirse a un ladrillo, te hacen la vida imposible, crean tensión, ambiente competitivo, te gritan cuando no pueden ganarte una discusión con argumentos... grrrrrrrrr, lOs odio.

d) A propósito, ayer me hicieron el "piropo" más extraño del mundo. Me dijeron que era como hombre, por "ácida" y "sarcástica"... Y lo peor de todo es que creo que era un halago y no lo lógico, una mentada de madres, un golpe a mi feminidad... Ni hablar... yo que siempre pensé que era dulce y naive.

e) Y desde ayer estoy pensando: Nunca estamos seguros. Nunca hay certeza, sólo voluntad. Apostémosle a eso...

P.D. Por cierto, odio tener convicciones. Me choca discutir apasionadamente de lo que yo creo que está bien. Odio haber llegado a la edad en la que eso sólo es frustrante y motivo de descalificación. Ya, de hoy en adelante: me vale madres todo.

¡Hurrey!

Citaron mi análisis en la mayor parte de los periódicos del país. Sí, aquello a lo que me dediqué la semana pasada, mi evaluación del acuerdo de las pensiones del IMSS aparece hoy en los periódicos nacionales. Obvio no sale mi nombrecito, sino que sale como "El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado bla bla bla"... y bueno, ¿qué quieren que les diga? Estoy contenta...

México

Pues hoy en la mañana, circulando por (el ahora convertido en martirio) Patriotismo, a la altura de Tamaulipas, veo unos pies asomados sobre la banqueta. En una cuchillita que parece que será o fue la entrada a un edificio en construcción, bajo una pared de espejos azulados, se ventilaban cinco pares de pies cubiertos por unas cobijas sucias y raídas. De repente, una mano aparece en escena, despertando lentamente. Conforme mi coche avanza a la lenta velocidad permitida, voy viendo que pertenece a una mujer que trata de cubrir al cuerpo contiguo del frío. Sigo avanzando y veo a esa misma mano, asida de otra, del acompañante friolento. Ambos recargados en la pared, abrazados, riendo a carcajadas. Rostros sucios y avejentados, rejuvenecidos en un gesto de complicidad. Alrededor, la mutliplicidad de hijos que siguen durmiendo. Alrededor, la multiplicidad de indiferencias. Alrededor yo, con mis problemitas y un llanto conmovido, entre triste y feliz, entre culposo y esperanzado.

Carajo, tenemos que cambiar el mundo.

Incapacidad...

...de ver las cosas claramente. Miopia que antecede a la vida, que la guía y la concluye. Qué bien se siente ver las cosas con perspectiva y con claridad. Qué mal se siente tener que frenar la vida para adquirir perspectiva y claridad.

Miopia que se acuesta con una incapacidad de recibir regalos sin compromiso, cumplidos sin incomodidad, cariño sin interpretaciones.

Perspectiva, claridad y tiempo... no hay de otra.

Tres cosas que contar:

1.- Las hormonas apestan. En serio. Y fíjense que yo nunca soy de las que se ponen a llorar si les hablan feo, ni a gritar porque les hablan bonito. Es más, siempre me había parecido una exageración eso del SPM, hasta que me pasó a mí y vino a callarme mi gran bocota. Una semana de gravedad emocional, locura desatada, hipersensibilidad nunca antes vista. ¡Qué horror! Mujeres, ahora las entiendo. Hombres, a ustedes también. En fin, gracias a los valientes que me aguantaron (incluida yo misma) y se esperaron a ver si me suicidaba, los mataba o mejoraba. Sobreviví, sobrevivieron y estoy mejor. ¡Hurrey!

2.- Mi gata está enamorada. Sí, lo oyeron bien, ENAMORADA. No encamada, enamorada. De un gato gris deforme y horrendo, pero que parece buen muchacho. Viene en las noches a hacerse presente y platican toda la noche debajo de mi coche. Se darán uno que otro beso y cuando salgo en la mañana a decirle a Tinochis que ya entre, él me aúlla con todo el dolor del mundo, ella se despide y se duerme, esperando el encuentro nocturno. ¿Quién lo dijera? Mi bebita...

3.- Ya no voy a estar triste. Hoy me fui tempranito a correr al club. Me sigue pareciendo un misterio por qué ponen Mix FM para incentivarme a mover el tushi, pero pues como no llevaba mi súper nano, pues me tuve que soplar a Blondie. En fin, que mientras corría y pensaba y pensaba y pensaba, me empecé a sentir protagonista del comercial de Nike. Ya saben esa mona que va en medio de la lluvia, corriendo en una carretera, deshaciéndose de pensamientos y pendientes. Pues hagan de cuenta que ésa, sólo que con infinitamente menos velocidad y más impacto sobre las rodillas. Y me sentí otra vez contenta, como hace mucho no lo hacía. ¡Salió el sol, por fin salió el sol! (Y sí, me vale madres ser la mujer más cursi del mundo. Y sí, creo que se tienen que aguantar... digo, si se aguantan mis dramas...)

Hoy llovió

Contra mis predicciones, hoy llovió.

Como a la una y media de la tarde empezaron a caer unas gotas en el tragaluz. No muchas. Suficientes sólo para mojar recuerdos y mi cara. Suficientes sólo para probar que estaba equivocada: no sería un día soleado como pensé en la mañana que sería, como afirmé que lo sería. ¿Qué sentirá el cielo cuando después de llorar se queda vacío? ¿Cómo repone las ausencias? Necesita al sol, que evapore a sus pérdidas, que las devuelva con otra forma y con otro nombre. Necesito al sol yo también.

No se han acabado las lluvias, pero ya casi viene el frío. El frío distante que traerá la calma.

Renuncio

Renuncio a sentir, si con ello viene la claridad de la mente. Renuncio a la esperanza, si con ella se acaban las desilusiones. Renuncio a la plenitud de las palabras, si con ello me ahorro el vacío de los silencios. Renuncio a las carcajadas que interrumpen lo estático, si con ello me deshago de las lágrimas que corren desgarrando cachetes y corazones. Renuncio al sexo, si con ello me evito el deseo insaciable. Renuncio a la emoción del amor, si con ello se acaba el hiriente desamor.

Renuncio a tí, si con ello puedo alejarme de ti.

Ya llegué

De regreso a la realidad de las calles enjutas. De regreso a las luces que nunca terminan. De regreso al tráfico hostil. Back home...

La mejor adquisición: nano i pod (tan chiquita, tan flaquita, tan bonita, tan práctica)
La peor: una falda de pana café que creo, ahora, que es más corta de lo estéticamente permitido