Rothko
¿Qué será? ¿Que me está tratando de encontrar sentido? Chale. Ya levantó una ceja. Eso quiere decir que no entendió nada. Seguro es de las que se quedan contentas leyendo que soy un paisaje. Puta. ¿Por qué un paisaje y no un suéter de colores visto con lupa? Uy no, ya ladeó la cabeza. Eso quiere decir que no sólo es insensible a mí, sino que es una necia. Se va a tardar años. De repente encuentra el señalador que dice que mi papá se suicidó justo después de enviarme, habiéndose asegurado de dónde iba a vivir y de que estaría en buenas manos. Ya regresó a verme, con más respeto. Siempre que leen lo del suicidio regresan (con más respeto) a tratar de entender de qué se trata, como buscando una súplica de ayuda que nadie supo interpretar. El suicidio me da un tono místico, lúgubre, tristón, interesante, artístico.
Ya me dio lástima. Pobrecita. Lleva 15 minutos viéndome con desconcierto. Me dan ganas de gritarle que no soy una forma, que soy un sentimiento. Lo hago, pero no me escucha. Ya se fue a sentar a las banquitas de en medio. ¡Carajo! No soy un Monet. No soy puntitos amorfos que, vistos de lejos, forman una figura. Fíjate en las pinceladas. Fíjate en los colores, fíjate en la profundidad y en la intensidad. Fíjate bien y relájate. Te va a llegar la sensación, y ésta va a invadir al sentimiento. Nada. Es que también, si querías ver impresionistas no hubieras venido al Tate Modern. Te hubieras ido al Tate normalito, ahí hay Pizarros y también Cezannes y hasta Van Goghs. No, ni sigas avanzando. Ahí en la esquina hay un Pollock. Y peor, ése sí son puntitos y más puntitos y nunca les vas a encontrar forma. Újule y ni vayas al piso de abajo. Hasta aquí llegan los rumores de que en una tele se proyecta un güey embarrándose caca. No he tenido la oportunidad de verlo, pero estoy seguro de que voy a poner la misma cara que tú.
Por fin se rindió. Cabizbaja. Bueno, por lo menos lo intentó. También, ¿quién chingados me manda ser un Rothko?
Ya me dio lástima. Pobrecita. Lleva 15 minutos viéndome con desconcierto. Me dan ganas de gritarle que no soy una forma, que soy un sentimiento. Lo hago, pero no me escucha. Ya se fue a sentar a las banquitas de en medio. ¡Carajo! No soy un Monet. No soy puntitos amorfos que, vistos de lejos, forman una figura. Fíjate en las pinceladas. Fíjate en los colores, fíjate en la profundidad y en la intensidad. Fíjate bien y relájate. Te va a llegar la sensación, y ésta va a invadir al sentimiento. Nada. Es que también, si querías ver impresionistas no hubieras venido al Tate Modern. Te hubieras ido al Tate normalito, ahí hay Pizarros y también Cezannes y hasta Van Goghs. No, ni sigas avanzando. Ahí en la esquina hay un Pollock. Y peor, ése sí son puntitos y más puntitos y nunca les vas a encontrar forma. Újule y ni vayas al piso de abajo. Hasta aquí llegan los rumores de que en una tele se proyecta un güey embarrándose caca. No he tenido la oportunidad de verlo, pero estoy seguro de que voy a poner la misma cara que tú.
Por fin se rindió. Cabizbaja. Bueno, por lo menos lo intentó. También, ¿quién chingados me manda ser un Rothko?
6 Comments:
Buenísimo.
No tengo más palabras.
Te dejé otro mensaje en el post sin dedicatoria. Gracias por linkear mi blog basurilla. Haré lo mismo en el mío.
Ibídem.
Grandiosa perspectiva. Me fascinó la forma que tomaste. ¡Clap, clap, clap! ¡Stand innovations (ya sé que es standing ovations, pero es más chido el primero)!
Si yo fuera una obra sería el segundo piso del periférico... (ya sé, es una broma estúpida).
No, creo que sería una de Remedios Varo o Klimt. Sí, Klimt.
Soy una blogger villamelón. Nomás pa que me dejen opinar ueberall.
Cada vez es más fuerte...
Gracias, sigue escribiendo y no es una petición.
...el abrazo de tus letras, la lucidez de tus ideas...
hola enana,
Es maravilloso. Es una lástima que aquí nadie hable espanol para poder presumirte.Qué orgullosa estoy de tí!
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