Thursday, December 22, 2005

Navidad

Pues aunque el 80% de los lectores de este blogg sean grinchy, me dispongo a contagiarlos a todos con el espíritu navideño que hoy habita a full mi cuerpecillo. Ayer fue un día de sorpresas inesperadas. A pesar de amanecer con la melancolía que me invade conforme se van prendiendo las lucecitas en las ventanas y aparecen más niños en la calle pidiendo su navidad y demás, el día acabó perfecto. Resulta que el departamento de Recursos Humanos de mi trabajo es el hit y, además de regalarnos un panqué Bimbo (jajajaja), un tequila, un home theatre y un pavo.... me regalaron una taza con mi nombre. ¡Sí! Bueno, me di cuenta que tengo la edad emocional de una niña de tres años. Nadie podía creer mi emoción, mi cara de felicidad, cómo se la enseñé a todo el mundo, se la presumí a todo el que hablaba. Mi nombre, sin las faltas de ortografía que normalmente lo acompañan, ahí en mi taza del CEESP. De verdad que fui muy feliz, sobre todo porque no esperaba ninguno de los regalos. Y luego, en la noche fuimos a cenar rico con la botarga de cerdo, me la pasé muy bien, me reí mucho, escogí regalos que no tenía que dar yo, admiré unos que no voy a recibir y estuve muy muy contentea. Ahora sí, la Navidad ha llegado a mi modus vivendi y les deseo a todos lo mismo. Felicidades por las festividades. Que tengan muchos convivios y agasajos en los que les den regalos inesperados (con su nombre) y que tengan un muy muy buen año....

Monday, December 19, 2005

Hoy

Hoy te desinflaste. Por primera vez, mi memoria no fue deslumbrada por tu recuerdo, hoy vulnerado. Mis ojos te percibieron, como nunca antes, de tu tamaño. Tus sentimientos parecen hoy tan mezquinos.
Hoy me di cuenta: tu cualidad más admirable es mi imaginación.

Monday, December 05, 2005

Arte

Viernes dos de diciembre de 2005. El tráfico en Reforma es la muerte. Lentamente pasamos enfrente del Museo de Arte Moderno donde se exhibe Mark Rothko. Al Marqués le debo esa reseña detallada, pero debo decir que hay algunos cuadros excelentes. La museografía no se compara con la del Tate Modern en Londres, ni con la de la Capilla Rothko en Houston. Ambos centros de exhibición los diseñó el artista mismo, por lo que la emotividad de la exposición misma, la mera conjugación es arte. Sin embargo, como pasa con todos los buenos cuadros del artista, en cuanto empiezas a concentrarte en las capas de diferentes colores que se difuminan para dejar una paleta que parece simple, cuando te concentras en el sentimiento y te dejas llevar por lo que la mera estática oculta parcialmente, resulta maravilloso.
Luego, las vacas que pastan sobre el cemento de Reforma. Las vacas alineadas en una procesión de diferencias y de creatividad. La vaca fantasma, mi favorita, volteando a ver el MAM, cuidando su entrada, sirviendo de inicio a una exposición impresionante. La vaca blanca que oculta la maquinaria interna y al final, casi, ésa que está forrada toda de pasto, cubierta de su fuente de vida, dejándose pastar.
Todo para llegar al concierto de Fobia en el Auditorio. Nunca los había visto en vivo y ahora entiendo a sus fans. El tal Leonardo, que se cambió más veces que Luis Miguel, es verdaderamente magnético. Logra cautivar y entusiasmar. Logra animar y unificar. Uououo's y uuuúu's que se cuelan a la sonrisa. Una lágrima se asomó al ritmo de "nada me alivia tanto..." para acabar con una sonrisa plena y una satisfacción total con este grupo.
Ayer, al cine, a ver una película sosa y emotiva. De esas que me gusta ver después de una semana caótica, cuando tengo los sentimientos todos revuletos y cuento con pocas certezas que abrazar.
Hoy es lunes otra vez. Me quedan tres.