Friday, November 25, 2005

Desalojo

Ayer me senté a explicarles a los demonios por qué ya no pueden vivir conmigo. Por qué cada vez que regresan hacen que me sienta débil, desprotegida y triste. Por qué ya no deben llegar a abrir las heridas, que cada vez se tardan más en sanar. Controlando las lágrimas con las que se alimentan, les dije que no tenían derecho a invadirme con esa soberbia tan suya, con esa indiferencia tan hiriente y esa persistencia tan incombatible. Les dije que sus mordidas me carcomían el alma, que no soy lo suficientemente fuerte para soportar que se alimenten de mí y de mi historia y para que se reproduzcan en mi cabeza. Les dije que no podían despertarse con juicios irresponsables, ni palabras que la imaginación compone. Les explique que su existencia es mi perdición. Parecían comprensivos, como aceptando mi decisión. Algunos renegaban y me volteaban los ojos como dándome a entender que no les importaba lo que tuviera que decirles.
"Jaina, ya no mires hacia el pasado", me interrumpió Salvador. Le contesté con una sonrisa chueca, como esas que hago cuando no estoy convencida de poder lograrlo.

Thursday, November 24, 2005

En el super

Ayer, mientras sacaba la colita de los focos de la caja para probar que cada uno de ellos encendiera, me di cuenta de lo absurdo de mi acción. Llevo casi veinticino años (bueno como 20) probando focos en el super y nunca, nunca, me he encontrado con uno que no prenda. ¿No les parece extraño que justo los focos puedas probarlos? ¿Habrá alguna mayor incidencia de ejemplares defectuosos en los focos que en otros productos del super? De haberla, ¿no deberían tratar de solucionarlo las fábricas? ¿Por qué no pude abrir la caja de Kleenex para ver si efectivamente eran muy suavecitos y sí puedo probar los focos antes de llevármelos? ¿Por qué no puedo morder los jitomates para ver si están jugosos o abrir unos cacahuates para comprobar que no estén rancios? Si alguien tiene una respuesta convincente a alguna de las preguntas, por favor hágamela llegar.
Como verán, ando muy, muy ocupada...

Saturday, November 19, 2005

Oye...

...despierta. Despiértate antes de que mi cuerpo empiece a extrañar sentirse herido. Despierta mientras la memoria siga indignada y los dedos de guitarrista sean vividos como un cáncer. Abre esos ojos risueños y rizados, como de agua turbia. Ya despierta, con esas carcajadas infantiles y esa nariz varonil. Ya no expidas ese olor dulce de temperatura perfecta, a menos que vayas ya a llenarme de él. Abre los ojos y comienza a besarme con esa ternura tan tuya y esos labios tan míos. Oye, ya despierta, que quiero decirte lo mucho que te quiero.

Thursday, November 10, 2005

Violencia contra las mujeres

Ayer me encaminaba a las nueve de la mañana al Consejo Británico. A mi jefe le mandaron una invitación a una conferencia a la que le dio flojera ir y me adjudicó el paquetito de la manera más educada. Evidentemente, se me olvidó la invitación y sólo tenía una remota idea de dónde era mi destino, por lo que cuando me sentí peligrosamente cerca, me orillé para preguntarle al vieneviene de la esquina si había llegado a mi meta. Presto se acercó a mi ventana "¿qué anda buscando linda?" Grrrrrr. "El Consejo Británico, pero no se preocupe, me doy una vuelta para ver si es por aquí, gracias" el pie queriendo acelerar, la mano del vieneviene entra por la ventana y se acomoda encima de mi muslo izquierdo. Habrán sido cinco segundos en los que me paralicé. Sentí cómo las lágrimas inundaban mis ojos, un asco inconfesable y una impotencia que me paralizó. Mientras, se oía una voz que decía "ándele, váyase a dar una vueltecita y si no, regresa que aquí hay lugar para bellas como usted". La mano se trasladó a mi brazo, que encontró la fuerza para zafarse del apretón. La ventana se cerró por milagro y comencé a llorar. A llorar por la impotencia, poque yo siempre había jurado que reaccionaría diferente, por el miedo traicionero que me congeló, por esta pinche sociedad en la que vivimos. Fue terrible depertar al mundo real.
P.D: Tienen razón los espectaculares: "un golpe a una es un golpe a todas".

Saturday, November 05, 2005

Sit

Sit, drink your coffee here; your work can wait awhile.
You're twenty-six, and still have some life ahead.
No need for wit; just talk vacuities and I'll
Reciprocate in kind, or laugh at you instead.

The world is too opaque, distressing and profound.
This twenty minutes' rendezvous will make my day:
To sit here in the sun, with grackles all around,
Staring with beady eyes, and you two feet away.
Vikram Seth